Dios Siempre Estará a Nuestro Lado y el Cumplirá sus Promesas; Aunque no le Seamos Fieles
Salmos 117:2
Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.
2 Timoteo 2:13
Si fuéremos infieles, él permanece fiel; el no puede negarse a sí mismo.
La fidelidad, vinculada con la lealtad para con alguien, no solo es una gran virtud, es el cumplimiento
de la palabra dada y es muy indispensable para el desenvolvimiento correcto de nuestra vida diaria. Por
ejemplo: un reloj despertador que en algunos hace despertar a determinada hora, de repente falla dejándonos pasar de largo
durmiendo, o la famosa aspirina de
pronto no funciona para el dolor causando
otro efecto o el banco donde
tenemos nuestros ahorros el mismo no es fiel y de pronto desaparece con todo el dinero.
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En este sentido, cuando hay falta
de fidelidad muchas cosas pueden pasar o suceder y un ejemplo muy común: cuando las parejas se son infieles faltando
a dicha promesa de fidelidad hasta la muerte, derrumbándose con una
desgracia con dolores fuertes en el corazón
y sobre el hogar por dicha infidelidad
por alguno de los cónyuges.
Así pues, no hay duda de que la sociedad
entera depende de que haya fidelidad en todo. Por lo tanto, en lo espiritual…
¿Qué sería de este mundo si nosotros no
le fuéramos fiel a Dios? Sin duda alguna, que ese es el gran detalla de que
nos falta fidelidad o que seamos
sinceros y honestos con nuestro Señor; porque a lo mejor podemos engañar a nuestra pareja o a muchos,
pero delante de Dios no hay nada que
podamos ocultarle o que él no sepa.
Por consiguiente, cuando no le
somos fieles a Dios se produce muchas consecuencias como dolor en el corazón,
raíz de amargura, la desgracia, la destrucción de hogares, amistades,
la decepción, heridas emocionales,
resentimiento, enfermedad,
situaciones difíciles familiares y muchos
otros problemas que impacta sobre el bienestar humano.
Por todo lo anterior, la palabra nos dice que, si nosotros le somos infieles, el sigue siendo fiel, ya que no
puede negarse a si mismo porque su
fidelidad es grande y es para siempre para con todos nosotros; a pesar de
que no le seamos fiel muchas veces.
Definitivamente, lo importante es
que comprendamos que, sin el nada somos, que él es nuestro Padre eterno, nuestro amigo, consolador, abogado, medico, sanador, salvador, nuestro amado y fiel Señor. En sí, Dios
solo quiere que le seamos fieles al
contar con nosotros en cualquier situación en la que estemos y en todo tiempo…siendo
los mejores empleados, los mejores hijos,
los mejores esposos, los mejores
amigos, los mejores vecinos y siendo
los mejores donde quiera que estemos
cada día de nuestra vida.
En resumen, la fidelidad de Dios
no está definida por lo que somos o mucho menos depende de la nuestra, sino
que esa es su naturaleza o carácter de que
nuevas son cada mañana sus misericordias, grande es la fidelidad de Jehová, Dios de los ejércitos. ¿Quién como él? Poderoso eres, Jehová, tu fidelidad te rodea, digno de
confianza”, confiable, fidedigno, verdadero, que no falla, no miente, no traiciona, no desilusiona, que no fracasa;
y es que a pesar de quienes somos, Dios
permanece fiel por toda la eternidad.
Y Aunque No Seamos Fieles, Cristo Permanece Fiel; Porque Él Jamás Rompe Su Promesa.
Oración
Amado Dios fiel; gracias por tus misericordias, por tu verdadero amor, por tu gran fidelidad que no depende la nuestra, ayúdanos hacerte fiel en medio de cualquier circunstancia o en todo tiempo siendo los mejores en todas las áreas de nuestras vidas para tu gloria. Señor ayúdanos a obedecerte, a permanecer fiel hasta el final cumpliendo con tu palabra, tu pacto, tus mandamientos y con tus promesas que son dignas de confianza en el nombre poderoso de Jesús. Amén.