Con la Sed de Otro para Misericordia y Compasión en la Voluntad de Dios
Mateo 5:7. 2
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Proverbios 14:31
Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
Corintios 1:3-4
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios."
Romanos 9:15-16
Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
La vida sin duda alguna, que nos
enseña en muchas ocasiones por diversas circunstancias que nos pongamos en
el zapato o en el lugar de los demás;
para que podamos comprender las
situaciones que nuestros compañeros, amigos, familiares, vecinos, prójimo y demás personas que hacen parte de nuestro diario vivir estén
viviendo o atravesando diversas pruebas con necesidades por mucho tiempo.
También te puede interesar ver: A Punto de que Entremos a la Tierra Prometida
En este sentido, ante cualquier situación
de necesidad de nuestro prójimo o personas que nos rodean; no podemos ser indiferente a dichas situaciones
que ellos estén atravesando circunstancias
difíciles o dolorosas con limitaciones por dichos factores que impiden que lleven una vida sin restricciones
de muchas cosas.
Así pues, ante las necesidades de
nuestro prójimo, debemos tener compasión
o misericordia para ponernos en el
lugar de cada una de las personas que estén pasando por cualquier situación o prueba difícil; no
juzgando sin saber o desconocer lo que están
viviendo o sufriendo por dicha circunstancia que los limita con diversas necesidades para seguir adelante
como una persona sin ningunas limitaciones.
Por consiguiente, aprendamos
amarrarnos el zapato de los demás, no ignoremos sin comprender las situaciones difíciles que están atravesando
otros, acerquémonos para conocer lo que están viviendo o sufriendo, comprendamos sus corazones, para que encontremos
o conozcamos una bella historia detrás de
toda situación y nos sorprendamos sacudiéndonos para que podamos entender que tenemos que tener misericordia y compasión como Dios la ha tenido con cada uno de
nosotros.
Definitivamente, que en estos tiempos como hijos de Dios no nos cuente para nada entender las necesidades de
nuestro prójimo o la circunstancia de otros y aprendamos a ponernos en los zapatos de los que nos rodea a través de
la sensibilidad, diferencia, misericordia,
compasión, y con tu amor para que nos amarremos los zapatos de otros y no juzguemos o condenemos a nadie sin tener conocimiento de lo que hay detrás
de esa persona con X situación o prueba difícil.
En resumen, Dios tiene compasión
de quien el quiera tenerla, dicha compasión no depende de nosotros, más bien depende de que Dios tenga compasión, de lo que el decida hacer, él se compadece de quien quiere y a quien quiere
lo vuelve terco. Definitivamente, dependamos
de Dios y que su espíritu nos guie para que su misericordia a través de nosotros este sobre quien el quiera para su gloria.
Oración
Padre amado, te pedimos en el
nombre poderoso de Jesús, que nos perdones por nuestros errores, ignorancia e insensibilidad ante las
situaciones de necesidad de nuestro prójimo, ayúdanos cada día a que tengamos misericordia de los demás, así como tú la tienes cada
mañana con cada uno de nosotros, que nos
pongamos en el zapato del otro para comprender sus corazones, y que nos compadezcamos ante cualquier situación difícil
que este viviendo nuestros hermanos y que tu Espíritu nos guía en tu voluntad hacia las personas de la que
tú quieres tener misericordia y compasión para tu gloria. Amén.