Cuando Obedecemos a Dios, el diablo Huye de Nosotros
Santiago 4:7
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huira de vosotros
El chancla crea cualquier ambiente o prepara todo ante de su destrucción o llevar al fracaso a los jóvenes, los hogares, los matrimonios o la división de pareja con diversas estrategias o el principal plato como lo es el adulterio o la infidelidad conyugal. El enemigo ante estudia o sondea la postura de cada uno de nosotros y usa cualquier oportunidad para hacernos caer en tentación y llevarnos al fracaso en cualquier aspecto de nuestra vida a través del pecado o los deseos carnales.
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Sin dunda alguna, que el enemigo vino fue a hurtar, matar y
destruir, lo hace empleando diversas técnicas para crear un escenario en las personas que los lleve
a ceder en la tentación y
posteriormente a pecar cayendo en su trampa.
Ante cualquier estrategia o
artimañas del enemigo, nosotros debemos aprender a someternos a Dios, resistiendo al chancla con todas sus tentaciones,
para que de esa forma el mismo se aleje
de nuestra vida si vivimos guiado por el poder del espíritu santo.
Definitivamente, debemos humillarnos
cada día bajo la poderosa mano de Dios, siendo sobrios, sensatos y velando en todo tiempo porque nuestro
adversario el diablo anda como león
rugiente, alrededor buscando a quien devorar.
En este sentido, hoy más que nunca debemos resistid firme peleando la buena batalla de la fe, alejándonos del
mal y de toda tentación, acercándonos cada día más para hacernos amigos de Dios, obedeciéndole y haciéndole frente a satanás para que este huya de nuestras vidas con el poder del espíritu santo.
Si nos volvemos haciéndonos amigo de Dios o humillarnos delante de él, obedeciendo su palabra y haciéndole frente o resistiendo a los ataques del enemigo, sin duda alguna, que este se alejara de nosotros.