Oremos a Nuestro Dios para que
Escuche las Peticiones de su Pueblo Israel y la de los Extranjeros en su
Poderoso Nombre
2 Crónicas 6:29-32
toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa, tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres; para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres. Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare hacia esta casa.
Salomón eleva esta oración de
intercesión al eterno Dios todopoderoso, suplicándole que todo clamor o ruego que hiciera cualquier persona o todo su pueblo y cualquiera que
conociere ese dolor o angustia que
tuviera en su corazón; se extendiere su mano hacia tu casa, muros o lugar para que Dios les escuche, perdone y les de
conforme a sus caminos.
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En este sentido, salomón no solo
pide por su gente, sino también por el
extranjero que no fuera del pueblo de Israel y viniendo de lejanas tierras a
causa del nombre poderoso de Jehová para
orar hacia su casa; también escuche desdé los cielos dicha oración de ellos y
ampare sus causas.
Por consiguiente, Salomón
intercede por ti y por mi como extranjeros para que Dios nos escuche cuando le
oremos a él, o levantemos las manos hacia tu morada y siempre esté atento a nuestro ruego desde el cielo, examine
nuestros corazones, nos ponga a prueba, nos
dé a cada uno de nosotros lo que nos merecemos, nos perdone y que nos de todo lo que le pidamos en el nombre poderoso
de Jesús para que todas las naciones del mudo le conozcan y obedezcan como el
pueblo de Israel.
Así pues, un ejemplo para cuando Dios
nos permita orar e interceder por los demás, lo hagamos de esta misma forma
correcta que cuando ellos le oren a nuestro
Dios ante cualquier necesidad pidiendo ayuda; el mismo este muy atento a sus oraciones, que les examine sus
corazones, que saque toda raíz de
amargura, toda ira, egoísmo, heridas emocionales o lo que tenga que sacar de lo más profundo del corazón.
Al mismo tiempo, que tenga misericordia perdonando la ignorancia o no teniendo en cuenta sus pecados, que cambie sus carácter, forma de ser,
pensar, actuar, los convenza de pecado,
justicia, juicio, para que le teman
o anden en sus caminos, los llenes de sabiduría y que por medio de su Espíritu los lleve a una relación diaria intima con
su palabra y la oración para un crecimiento espiritual o perseveración en
la salvación de sus almas por medio del
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Definitivamente, oremos por
libertad para una salud física, mental, emocional o espiritual, que sean libres de toda esclavitud del enemigo, que
soporten con paciencia los sufrimientos guardando la esperanza, declarando la bendición, protección, rostro,
compasión, ángeles, reino de justicia, paz,
gozo, cielos abiertos, la voluntad y el
propósito de Jehová sobre sus vidas.
En resumen, que nuestras oraciones correctas para nuestro Padre celestial sean hacia todos para que avancemos como personas para enfrentar cualquier situación, estemos llenos de los frutos del Espíritu Sato o reflejemos el carácter de nuestro Señor Jesucristo, andemos en su sabiduría, amor, humildad, bondad, dominio propio, fidelidad, crezcamos espiritualmente, que seamos las mejores personas cada día en cualquier área de nuestras vidas y que permanezcamos en su verdad para que vivamos en paz, santidad u obediencia y descienda fuego del cielo y la gloria de Jehová llene nuestras casas.