Seamos Anti Amargado y no Dejemos que Brote Ninguna Raíz de Pesadumbre o Resentimiento que envenene Nuestro Cuerpo, Alma y Espíritu
Hebreos 12:14-15
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Efesios 4:31
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Salmos 73:21
Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.
Santiago 1:19-20
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Mateo 18:21-22
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
La palabra de Dios nos hace
una sugerencia fundamental
en la vida de cada creyente, que nos esforcemos
por llevar una vida en paz, que procuremos vivir en santidad, ya que sin la misma no veremos la gracia del Señor en todos los aspectos de nuestras vidas y que
tengamos mucho cuidado de que no dejemos
brotar ninguna raíz venenosa de amargura que contamine nuestro corazón, alma,
espíritu o cuerpo.
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En este sentido, la amargura como
sinónimo de pesadumbre, hiel, disgusto, aflicción, aspereza o sinsabor; es
un sentimiento negativo de pena, aflicción, intenso, vil, egoísta, fuerte y pesado que punza hasta lo más
profundo del corazón y que
obstaculiza la gracia de Dios en la vida de cualquier ser.
Por otro lado, las señalas o manifestaciones de una persona con raíz de amargura son: no sonreírla a la vida o de alegrarse de la felicidad de otros, indiferencia, la queja constante, maldicen continuamente, orgullo, deseo de venganza, crueldad, la murmuración prolongada, enojo, la paranoia y siempre en contra de las personas.
Así pues, dicha amargura en lo profundo del corazón se produce por la falta de perdón a causa de: (abuso, critica, rechazo, envidia, enfermedad, perdida ser querido, groserías, infidelidad, frustración, celos, resentimientos, ira no resuelta, el dinero y la falta del Espíritu Santo. Esta misma, nunca será buena para nadie y mucho menos para los cristianos creyentes).
Por lo tanto, las principales
consecuencias de la amargura son: contamina nuestro corazón, dolor, roba la paz, se antepone al gozo o
alegría, daña relaciones familiares,
entorpece la vida de oración, obstáculo
para la gracia o bendición de Dios, daña el testimonio personal, enfermedades físicas, mentales o emocionales,
pero sobre todo impide el crecimiento
personal y espiritual.
Por consiguiente, según la
palabra de Dios las principales soluciones para el sentimiento de amargura son:
despojarse de la misma con el perdón
por medio del amor de Dios, arrepentíos por el pecado de juicio, entregando todo lo sucedido en las manos
del Señor y que con su bondad saque de nuestro corazón toda raíz de
amargura como consecuencia de heridas
emocionales del pasado.
Definitivamente, es hora de que
vivamos en paz con todos, que obedezcamos a Dios, no dejemos que nadie se aleje de dicho amor del Señor, no
permitamos que nadie cause problemas entre nosotros, ya que nos haría mucho daño, siendo como una planta amarga que nos envenenaría.
Dejemos de estar tristes o enojados,
no gritemos ni insultemos a nadie, dejemos
de hacer el mal, por el contrario…seamos
buenos, compasivos los unos a los otros y perdonémonos, así como Dios nos perdono a todos por medio de nuestro
Señor Jesucristo.
En resumen, perdonemos cuantas veces sean necesaria, dejemos atrás los rencores y desechemos
toda raíz de amargura, pesadumbre o disgusto que hace que nuestro cuerpo se
enferme y nos roben las bendiciones de
la gracia de nuestro Dios en el nombre de Jesús.
La Amargura es un Veneno para nuestro Corazón, Espíritu, Alma o Cuerpo y el Remedio para esta es el Perdón con el Amor de Dios