Dios tiene un Mañana Mejor de Luz y Esperanza para sus Hijos
Génesis 10:1
Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
Génesis 10:32
Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
En la Biblia se habla de Sem, Cam y Jafet. ¿Quiénes son ellos?,
hijos de Noé, bueno, para los
que nos recuerdan, Noé fue quien construyó
esa gran barca, esa gran caja de
madera instruida por Dios al mismo Noé para salvar a los animales y su
familia para ese diluvio tremendo que
vino para aquel entonces. Noé tenía
estos hijos Sem, Cam y Jafet. ¿Más allá de la discusión de cuál de los tres hijos de
Noé era el mayor?
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En este sentido, hoy quiero hablar de que Sem que ocupa un lugar
especial, ¿Por
qué?, es que, en los
principios en la Biblia, en Génesis,
logró ver la descendencia humana y que
vino después de cada uno de ellos. Por lo tanto, Sem, como les decía, ocupa
un lugar especial, no tanto por su nacimiento, sino por su descendencia, ya que de él vienen los semitas y de los semitas nació nuestro Salvador
Jesucristo de Nazaret.
Sabes una cosa, ¿Por qué este devocional de hoy?
Porque ni tú ni yo conocemos nuestro
futuro. Pero Dios, si lo conoce,
y en su inmenso amor ya tiene preparado
para ti un mañana brillante para quienes estén dispuestos a andar por sus caminos. No quiero ser el
ejemplo, pero debo hablarte de mí,
testimonio.
Así pues, no quiero
decirte que yo soy el mejor referente. ¿Pero sabes una cosa? Yo estuve dispuesto a andar por sus caminos, a pesar de que al comienzo me costó o no quería hacerlo.
Es decir, fui testarudo, fui necio y
sufrí consecuencias por eso. Pero cuando decidí, entendí lo que Dios tenía preparado para mí un mañana mejor. Y es
lo que te quiero compartir si tu vida no
está como tú quieres.
Por consiguiente, si
quieres ver cambios en ti y en tu familia, en tus cosas, tienes que estar dispuesto a andar en los caminos
que Dios tiene. Puede ser que ese
mañana se quiera esconder detrás de algunas nubes, pero quiero recordarte
que todas las nubes, hasta las del
diluvio, fueron, son y serán pasajeras.
No obstante, tu
presente te puede parecer gris, sin gracia, de pronto te miras al espejo y más allá de que te guste o no eso que estás
viendo ahí te quedas con una expresión de ¿Y ahora qué? ¿Qué va a pasar
conmigo? Tal vez sean las
preguntas que te haces hoy.
En consecuencia, la situación tal vez empeora cuando la tormenta golpea la ventana de tu vida con
la historia que te acabo de contar de Sem, yo
puedo cambiar mi perspectiva. No es tan importante la pregunta ¿y ahora qué? Si no llevar nuestra mirada más allá en el tiempo, en el espacio y pensar más bien en vez de ¿y ahora qué? ¿Y mañana que?, si piensas en el futuro apenas como años terrestres, quizás no consigas ver un mañana glorioso y
magnífico.
Sin duda alguna, que
el tiempo de Dios es diferente al tiempo de nosotros, el mañana de Dios se prolonga para la
eternidad. No te conformes con menos. Por eso la perspectiva de Dios es tan diferente a la nuestra, a la mía o a
la tuya y para poder ejemplificar esa distancia, ¿sabes que dice la Biblia?, en Isaías
55:9; Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos, más
altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
Definitivamente, estamos tan preocupados discutiendo si somos los primeros o los segundos, que
nos olvidamos de lo que realmente
importa. Perdemos la perspectiva
divina para nuestras vidas con
demasiada rapidez. Finalmente, hoy te invito a que oremos para que, aunque no consigamos ver un presente de mucho brillo, Dios nos dé la seguridad absoluta y total
de un mañana lleno de luz y de esperanza.
El Mañana de Dios se Prolonga para la Eternidad en el Nombre de Jesús