Digámosle al Mundo las Maravillas que Dios Hizo o ha Hecho por Nosotros para Alabanza de su Gloria
Marcos 5:19
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
Salmos 40:5
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.
Salmo 9:1
Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.
Salmos 9:11
Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras.
Un grupo de estudiantes de geografía, el profesor les pide hacer una lista de las que ellos consideraban deberían ser actualmente las siete maravillas del mundo y a pesar de los desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente. Las pirámides de Egipto, el Taj Mahal, el Gran Cañón, el Canal de Panamá, el Empire State, la Basílica de San Pedro, y la Muralla China. Mientras se hacía la votación, el maestro notó que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista.
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Así que se le acercó y le preguntó si tenía problemas para terminar de hacer su elección. Y la chica tímidamente responde: Sí, un poco, no podía decidirme, pues son tantas las maravillas. Entonces el maestro le dijo, bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos ayudarte. La muchacha titubeó y después leyó. Creo que las siete maravillas del mundo son: poder tocar, poder saborear, poder ver, poder escuchar, poder sentir, poder reír y poder amar.
Al terminar de leer esta chica esa lista, el salón de clase quedó en un silencio absoluto y esto nos deja una linda reflexión. Y es que tal vez es muy sencillo para nosotros poder ver las muchas hazañas que hace el hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios hizo o ha hecho por nosotros y seguirá siendo, y que se vuelven comunes, ¿verdad? Eso nos suele suceder a nosotros y pensamos que eso es común, lo que puede pasar.
En este sentido, todos nosotros de una forma u otra, hemos experimentado la misericordia y el gran amor de Dios en nuestras vidas. Por eso hoy, tenemos que reflexionar un poco y traer a la memoria aquellos milagros, ya sean grandes o pequeños, los que sean que el Señor haya hecho entre nosotros. Hoy quiero animarte a que testifiquemos, a que le contemos al mundo cuán grande es nuestro Dios y cuán grande es su misericordia y que nosotros tenemos que imitar a los antiguos en esto.
Así pues, cuando leemos la palabra de Dios, podemos darnos cuenta de que los antepasados de los que aparecen registrados en la Biblia contaban fervientemente lo maravilloso que Dios había hecho en sus vidas y sus historias pasaban de generación en generación y que hacía esto; glorificar siempre el nombre del Dios Todopoderoso con sus testimonios.
Por lo tanto, cuando vemos lo que hizo Moisés que plasmó en el Pentateuco las grandezas que Dios hizo con su pueblo, no quedándose en silencio, sino que el pregonó en cada escrito como Dios lo condujo hasta la tierra prometida, dándoles a conocer su poder y su amor para con ellos.
Al mismo tiempo, Cristo les encargó a sus discípulos que pregonaran por todo el mundo, testificando y anunciando las maravillas de Dios. Asimismo, nos manda a nosotros a que seamos testigos y testimonio fiel a aquellos que se acercan, como lo hizo aquel hombre que había sido liberado de un espíritu inmundo que aparece en Marcos 5:19 y le dijo Ve y cuéntales a los tuyos lo que ha sucedido. Todos nosotros, como sus discípulos que somos, debemos hacer lo mismo, deleitarnos en proclamar las grandezas de Dios cada vez que se nos brinde la oportunidad.
Finalmente, hoy te invito a que nos esforcemos y seamos valiente, como dice Josué 1:6, para que demos testimonio de todas las cosas que Dios ha hecho en medio nosotros y proclamemos las maravillas o su gran amor, para que el mundo entero conozca lo real que es, nuestro Dios eterno y poderoso. Cantad a Jehová que habita en Sión. Publicado entre los pueblos sus obras, dice el Salmo 9:11 y que le podamos decir Dios mío, hoy te quiero alabar con todo mi corazón y voy a contar tus maravillas.
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
Salmos 40:5
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.
Salmo 9:1
Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.
Salmos 9:11
Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras.
Un grupo de estudiantes de geografía, el profesor les pide hacer una lista de las que ellos consideraban deberían ser actualmente las siete maravillas del mundo y a pesar de los desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente. Las pirámides de Egipto, el Taj Mahal, el Gran Cañón, el Canal de Panamá, el Empire State, la Basílica de San Pedro, y la Muralla China. Mientras se hacía la votación, el maestro notó que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista.
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Así que se le acercó y le preguntó si tenía problemas para terminar de hacer su elección. Y la chica tímidamente responde: Sí, un poco, no podía decidirme, pues son tantas las maravillas. Entonces el maestro le dijo, bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos ayudarte. La muchacha titubeó y después leyó. Creo que las siete maravillas del mundo son: poder tocar, poder saborear, poder ver, poder escuchar, poder sentir, poder reír y poder amar.
Al terminar de leer esta chica esa lista, el salón de clase quedó en un silencio absoluto y esto nos deja una linda reflexión. Y es que tal vez es muy sencillo para nosotros poder ver las muchas hazañas que hace el hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios hizo o ha hecho por nosotros y seguirá siendo, y que se vuelven comunes, ¿verdad? Eso nos suele suceder a nosotros y pensamos que eso es común, lo que puede pasar.
En este sentido, todos nosotros de una forma u otra, hemos experimentado la misericordia y el gran amor de Dios en nuestras vidas. Por eso hoy, tenemos que reflexionar un poco y traer a la memoria aquellos milagros, ya sean grandes o pequeños, los que sean que el Señor haya hecho entre nosotros. Hoy quiero animarte a que testifiquemos, a que le contemos al mundo cuán grande es nuestro Dios y cuán grande es su misericordia y que nosotros tenemos que imitar a los antiguos en esto.
Así pues, cuando leemos la palabra de Dios, podemos darnos cuenta de que los antepasados de los que aparecen registrados en la Biblia contaban fervientemente lo maravilloso que Dios había hecho en sus vidas y sus historias pasaban de generación en generación y que hacía esto; glorificar siempre el nombre del Dios Todopoderoso con sus testimonios.
Por lo tanto, cuando vemos lo que hizo Moisés que plasmó en el Pentateuco las grandezas que Dios hizo con su pueblo, no quedándose en silencio, sino que el pregonó en cada escrito como Dios lo condujo hasta la tierra prometida, dándoles a conocer su poder y su amor para con ellos.
Al mismo tiempo, Cristo les encargó a sus discípulos que pregonaran por todo el mundo, testificando y anunciando las maravillas de Dios. Asimismo, nos manda a nosotros a que seamos testigos y testimonio fiel a aquellos que se acercan, como lo hizo aquel hombre que había sido liberado de un espíritu inmundo que aparece en Marcos 5:19 y le dijo Ve y cuéntales a los tuyos lo que ha sucedido. Todos nosotros, como sus discípulos que somos, debemos hacer lo mismo, deleitarnos en proclamar las grandezas de Dios cada vez que se nos brinde la oportunidad.
Finalmente, hoy te invito a que nos esforcemos y seamos valiente, como dice Josué 1:6, para que demos testimonio de todas las cosas que Dios ha hecho en medio nosotros y proclamemos las maravillas o su gran amor, para que el mundo entero conozca lo real que es, nuestro Dios eterno y poderoso. Cantad a Jehová que habita en Sión. Publicado entre los pueblos sus obras, dice el Salmo 9:11 y que le podamos decir Dios mío, hoy te quiero alabar con todo mi corazón y voy a contar tus maravillas.
Anunciemos a Todos las Grandes Cosas, Milagros y Maravillas que el Señor ha Hecho con NosotrosLas cosas más preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero