Si Nosotros Sabemos Hacer lo Bueno y no lo Hacemos ya Estamos Pecando
Santiago 4:17
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Proverbios 3:27
No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacerlo.
Hebreos 13:16
Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios
Gálatas 6:9
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Siempre queremos tomar las citas
bíblicas que más nos convienen o nos gustan las promesas que están en el
manual de instrucción de vida, que nos
hacen volar la imaginación. Pero no solo debemos tomar los versículos que más nos convenga o aquellos que nos muestran a Dios como el ser más apacible
con infinitas misericordias, sobre su
inmenso amor y que ninguna circunstancia hace enojar a Dios con nosotros.
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En este sentido, también debemos tomar en cuenta aquellos que nos habla sobre los momentos en que su enojo se hace notar, no solo limitándonos únicamente a su
misericordia y nos lleve a pensar que
Dios están bueno que haga lo que haga él me va perdonar. Es decir,
cometemos un error pensando de esta
forma o siendo de doble ánimos para
no maternos firmes en todo tiempo como el nos manda en su palabra.
Así pues, su palabra nos dice que, si
sabemos hacer lo bueno, lo correcto, lo justo o lo que es agradable delante de él,
no se justifica que hagamos lo malo y
si no lo hacemos, nos cuenta por pecado.
Sin duda alguna, que hemos sido creado a
imagen y semejanza de Dios. Es decir, que en esencia nos ha hecho igual a él
pudiendo pasar por diferentes etapas
como el amor y la ira. 1 Juan 4:8;
El que no ama, no ha conocido a
Dios; porque Dios es amor y Hebreos 12:29; porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Por consiguiente, su palabra nos dice: Salmos 86:15; Mas tú, Señor, Dios misericordioso y
clemente, Lento para la ira, y
grande en misericordia y verdad, Salmos 103:9; no contenderá para siempre, ni
para siempre guardará el enojo.
Por lo tanto, la misericordia de
Dios sobresale, pero también nos advierte que existe una pequeña parte de
su personalidad para enojarse con nosotros
y no debemos esperar que el favor del
Señor, su paciencia y gracia no este en nuestras vidas por desagradarle no haciendo lo que el nos dice que es bueno y que debemos
hacerlo para alabanza de su gloria.
Definitivamente, el favor de Dios,
su bendición y lo que él quiere
hacer o su propósito con nosotros; se
aleja cuando no hacemos lo que el nos dice por medio de su palabra o lo que
es bueno para con el prójimo,
teniendo conocimiento de lo que es hacer
el bien y no lo hacemos obedeciendo
sus mandamientos.
En sí, entendamos que Dios es
bueno, amoroso, paciente, clemente, lento para la ira y grande en misericordia…pero
también saber que tiene un límite para
todos nosotros en cuanto a nuestros caminos
incorrectos de no hacer lo bueno,
y que no tengamos esa necesidad de conocer la otra cara de la moneda o la ira de Dios haciendo el bien que el
nos manda que hagamos para con todos.
En resumen, apartémonos del mal, hagamos el bien, busquemos o sigamos la paz, vivamos en santidad, seamos ricos en buenas obras, generosos, prontos a compartir, estimulémonos al amor, no devolvamos mal por mal, sino procuremos siempre lo bueno los unos para con los otros y hagamos bien para con todos según tengamos oportunidad y especialmente a los de la familia de la fe o nuestros hermanos en Cristo, seamos obedientes y estemos preparados para toda buena obra para la gloria de nuestro Señor.