No Miremos nuestros Problemas, Miremos a Jehová que es Escudo a nuestro Alrededor, el que Levanta nuestras Cabezas, el que tiene Planes para Bendecirnos y el que nos ha Prometido una Vida en Abundancia y Victoria en el nombre de Jesús
Salmos 3:3
Oh Jehová, ¡Cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios. Selah. Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Génesis 13:14
Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.
Hebreos 12:2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Cuando estamos en situaciones difíciles, a veces
pareciera que todo a nuestro alrededor se
derrumbara. Perdemos fuerza, perdemos
como el ánimo, que todo se desafina,
nuestras cabezas, manos y nuestros corazones. Empieza a decaer todo, anímicamente se baja la pila, por llamarlo
de alguna manera. Hasta en nuestros ojos, hasta en nuestras voces. Se nota
de otro lado de la bocina, del teléfono. ¿La
gente dice que te pasa? Te noto la voz rara. ¿Y por qué pasa?.
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Porque estamos mirando nuestros problemas o
nuestras circunstancias. ¿Y hoy la pregunta que debemos hacernos de quién nos queremos
esconder ahora? ¿O de qué te quieres esconder hoy? Pensémoslo por un momento y a lo mejor nuestra
respuesta es de unas deudas que tengamos
terribles, nos vayan sacar de donde vivimos, ese diagnóstico médico que hay, esta relación sentimental, esa decisión que tomamos o esconder de la
universidad.
Asi pues, perdemos
fuerza cuando empezamos a pensar de
quienes nos queremos esconder o por qué escondernos. ¿Qué pasa cuando pasa todo esto? Nos
sentimos afligidos y sin ánimo. Ni de
levantar nuestra cabeza, de estar erguidos completamente, porque la situación es tan abrumadora que
nos sobrecoge y no nos deja seguir adelante.
Por consiguiente, hay un salmo que quiero compartirles hoy
para que lo atesoren en sus corazones y lo analicen, y declaro en el nombre de Jesús que esta palabra cobra vida en cada uno
de nosotros. Dice el salmista en el Salmo
3, Dios mío, son muchos mis enemigos; son muchos los que me atacan, son muchos los que me dicen que tú no vas a
salvarme. Sólo tú, Dios mío, me proteges como un escudo; y con tu poder me das nueva vida. Y eso pasa. Muchas veces nos sentimos tan mal y hay tantas
situaciones que nos hacen escondernos,
que la cabeza baja o nos inclinamos.
Sin duda alguna, que en la vida hay tal vez aplastador...Quiero decirte hoy, con toda la autoridad
que Dios me da, que también hay
levantadores, así como hay cosas que nos aplastan, hay cosas que nos pueden levantar.
Por lo tanto, que a
pesar de lo que el salmista está diciendo aquí y a pesar de su aflicción, de su situación, no desespera ni comienza a
deprimirse. ¿Por qué? Porque dice que
su confianza está en el Señor, el que levanta su cabeza y cuando tú y yo
estamos deprimidos, cuando nosotros
pasamos por diferentes circunstancias, cuando caemos porque estamos mirando nuestros problemas y no miramos a Dios.
Definitivamente, sea
cual fuere la situación, el Señor nos está
alentando hoy a través de su Palabra para que levantemos nuestra cabeza y nuestras
manos para que lo miremos a él. En Génesis 13:14 cuando
Dios le dice a Abraham que había sido defraudado por su sobrino Lot que levantara sus ojos y mirara a su
alrededor en todas las direcciones, porque él le daría como herencia todas las tierras hasta donde
llegara su mirada. Vemos también como en el Salmo 24
el salmista dice Eleven puertas sus dinteles, levántense puertas antiguas, que va a entrar el Rey de la gloria.
Así que es bueno
que recordemos estas instrucciones hoy,
cuando nos sentimos decepcionados o cuando
sentimos que están pasando tantas cosas. Solamente quiero decirte que Dios quiere que nosotros, en vez de
quedarnos allí desanimados, volvamos a animarnos. En vez de estarnos
deprimiendo, decidamos levantar nuestras
cabezas y nuestros ojos y mirar a nuestro alrededor todas las posibilidades.
No miremos los problemas…solo miremos
confiadamente en que él nos dirige hacia una situación mejor, porque él ya
tiene para cada uno de nosotros preparado lo mejor.
Podemos estar
tentados a decir No sirvo para nada en
lugar de movernos en una nueva dirección, como hizo Abraham. Pero el Señor nos está exhortando hoy a levantar nuestros
ojos, a levantar esa cabeza para
hacer inventario de nuestras bendiciones y no de nuestros problemas, porque
Dios nos está animando a mirarlo a solo
a Él, porque Él tiene planes para
bendecirnos y extendernos abundantemente. No importa, las vueltas que hayamos tenido que dar, las vueltas de tu vida. Tenemos
sólo dos opciones una, rendirnos y dejar
todo tirado y la otra es sigamos adelante.
Si decidimos continuar,
también vamos a tener dos opciones y
una es que vivamos constantemente deprimidos
y amargados, o la otra es que
vivamos esperanzados y gozosos. Te quiero animar, amigo, amiga, hermano,
hermana que me escuchas a que limpies tu
lágrima, a que sigas adelante, a que elijas vivir con alegría y a que elijas
vivir con gozo. No quiere decir que
no vayan a haber dificultades y situaciones que te decepcionen o que te desalienten. Usted tiene que
levantar los ojos, tiene que
levantar sus manos, tiene que levantar su cabeza, tiene que
levantar su corazón y mirar NO a sus problemas, sino mirar al Señor,
quien le ha prometido que verá la abundancia y victoria.
En sí, créalo en el poderoso nombre de Jesús, tómelo con autoridad y le desafío a que crea en su palabra a que, como dice el salmista: Oh Señor, ¿Cuántos se levantan contra mí? ¿Cuántos procuran dañarme? ¿Cuántos enemigos tengo? ¿Cuántos dicen que Dios jamás me va a ayudar? ¡Pero, Señor! Pero, Señor, tú eres mi escudo. Tú eres mi gloria. Tú eres mi única esperanza. Sólo Tú puedes alzar mi cabeza que hoy se inclina avergonzada.
Oración
Padre eterno, bueno y poderoso, yo te doy gracias por este tiempo. Bendigo a cada lector. Bendigo a cada persona o hermano en el poderoso nombre de Jesús. Declaro que tu presencia está en
medio de nosotros Señor y que tú tienes planes
maravillosos para nuestras vidas. Yo declaro en el nombre de Jesús que tú
estás con nosotros Señor y que tú no nos
dejas en vergüenza. Yo declaro en el poderoso nombre de Jesús para que las ventanas de los cielos sean
abiertas sobre cada persona que está leyendo este devocional.
Oro para que el cielo sea abierto y ato toda
interferencia del enemigo. Lo que ha venido hacia ti…lo declaro derrotado en el nombre de Jesús. Ese ánimo que está
decaído se levanta en el nombre de Jesús.
Ese desaliento joven que me escuchas, adolescente
que has pensado en quitarte la vida…oro, oro y ordeno a esa generación demoníaca en el nombre de Jesús
que se aparte de ti. Ángeles del cielo te rodean y que de los cielos caiga el rocío sobre tu vida.
Padre, inclina tus
cielos...desciende, Señor. Que los cielos
se abran hoy sobre la vida de cada lector. Que vean visiones, que sueñen, Señor, que se sacudan los
cielos y que las casas sean llenas con
tu gloria. En el poderoso nombre de
Jesús. Amén.
Levantemos nuestra Cabeza para que Mantengamos la Mirada Fija en Nuestro Señor Jesús y NO en los Problemas