Resistamos los Ataques del
diablo Confiando Siempre en Dios y Esforcémonos por ser Buenos Discípulos de
Jesucristo para Vida Eterna
Isaías 43:2
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
1 Timoteo 6:12
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
1 Pedro 5:9
al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
1 Corintios 16:13
Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.
Sin duda alguna, que en medio de cualquier mentira, lucha o ataque espiritual maligno; el enemigo desea aislarnos y hacernos pensar o sentir que estamos solos o que más nadie está pasando por lo que estamos viviendo, cuando en realidad es que todos tenemos luchas y no somos los
únicos que nos fatigamos, perdemos
la paciencia, resistimos las mentiras
del adversario, resistir nuestros sentimientos y cansarnos de esta firme ante diversas pruebas o problemas difíciles.
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En este sentido, nosotros como
hijos de Dios o cristianos creyentes tenemos que pelear la buena batalla de la fe cada día, tener muy claro que no
somos los únicos y que hay muchas
personas que no la están pasando bien siendo atacados por el enemigo o
pasando por la prueba de fuego que
no nos debe sorprender porque esta escrito en la palabra que nuestra fe va ser probada como el oro es probado en el fuego.
Así pues, la buena noticia es ante
cualquier prueba o lucha espiritual, es
que nuestro Dios está con nosotros en cada pasa y camino para consolarnos,
ayudarnos, fortalecernos, levantarnos y darnos
la victoria ante cualquier batalla contra el enemigo para alabanza de su gloria
Por consiguiente, aunque tengamos graves
problemas o situaciones muy difíciles, Dios siempre estará a nuestro lado apoyándonos; cruzaremos ríos y no nos ahogaremos,
caminaremos en el fuego y no nos
quemaremos.
Definitivamente, imitemos al
deportista, que se esfuerza por ganar la competencia: hagamos todo lo posible por ser buenos discípulos de Jesucristo, y
recibamos el premio de la vida eterna.
Dios nos llamó y nos prometió esa vida cuando
delante de mucha gente, anunciamos que confiamos en Dios por medio de Cristo
Jesús.
En resumen, resistamos
los ataques del diablo; confiemos siempre en Dios y nunca dudemos de sus promesas y sepamos que en todo el mundo otros seguidores
de Jesucristo están sufriendo o pasando por las mismas pruebas que nosotros en este momento. En sí, mantengámonos siempre en estado de alerta, confiando en Dios con fortaleza y valentía.
Fortalezcámonos con el Gran Poder de Nuestro Señor