El Éxito Verdadero para Nuestra Vida es que Seamos la Persona que Dios quiere que Seamos y Alcancemos el Propósito que él se ha Propuesto para con Nosotros
Hebreos 12:1
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
Filipenses 3:14
prosigo hacia la meta para {obtener} el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Por estos días, alguien me preguntó que si me sentía feliz, que si era una persona exitosa y que para mí ¿qué era el éxito? Y me decían que como me sentía en este tiempo, yo les decía que para mí esta era la época más hermosa de mi vida, porque sentía que estaba agradando a Dios, que es el tiempo en el cual me siento más pleno porque puedo ayudar a otros y porque sé que estoy cumpliendo el propósito de Dios en mi vida.
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En este sentido, dentro de la conversación, alguien preguntó ¿por qué unas personas fracasan y otras logran sus metas? ¿Tú crees que has logrado tus metas? Y yo creería que la explicación es como nosotros estemos educados tal vez, o la capacidad que tengamos, la capacidad de salir adelante y de mirar las cosas. A veces uno escucha historias de personas que obtienen victorias a pesar de las situaciones difíciles que han luchado o de cosas que impedirían llegar al éxito. ¿Algo más puede determinar si logramos nuestros objetivos?
Si, me he dado cuenta de que, si es así, tal vez la definición de éxito para ti sea una o para el común de las personas tal vez éxito sea para muchos la fama, el dinero o las riquezas. Pero he aprendido en mi relación con Dios o en mí caminar con Dios, como usted me lo escucha repetitivamente, que el éxito verdadero para mí y en lo que he aprendido significa ser la persona que Dios quiere que yo sea y alcanzar el objetivo que él se ha propuesto para mi vida.
Así que hoy te vengo a decir que el éxito verdadero para tu vida es ser la persona que Dios quiere que tú seas o que tú seas. Esa persona que alcanzan los objetivos que él fijó para ti, los que fijó para ti, mira lo que dice el manual de instrucciones la Biblia, la palabra de Dios nos dice por qué esto también es para ti. En Hebreos 12:1 dice: Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida, tenemos mucha gente que nos está viendo.
Así pues, quitémonos todo peso que nos impide correr y nos dice especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar, y corramos con perseverancia la carrera que Dios ha puesto por delante. Entonces, ahí, en ese texto, yo veo la clave del éxito. En primer lugar, es importante que seamos fieles a Dios y fieles a Cristo. Que sigamos sus pasos, que aprendamos a ser obedientes y que debemos deshacernos de todo eso que nos impide correr esa buena carrera. No se trata de que correr físicamente y cansarnos, sino que es correr espiritualmente.
Por lo tanto, es deshacernos de eso que no nos deja caminar, que no te deja caminar a ti... esclavitudes, adicciones o cosas que hacen que yo no avance, el pecado. Y eso impide que yo obedezca a Dios y él quiere que nosotros perseveremos, que tú a pesar de tiempos difíciles, a pesar del desaliento que puedas tener hoy. Hoy podemos entender que lograr el éxito se puede confiando en Jesús de Nazaret, en el que nos guía, en que nos da las fuerzas y que él tiene un plan maravilloso para bendición y para satisfacción de nuestra vida.
Definitivamente, pero Él desea que tú seas perseverante, que no seas hoy si, mañana no, sino que haya perseverancia. Los planes de éxito coinciden con los propósitos que Dios tiene para ti. Esos son los planes de Dios. Un amigo me decía en estos días, que en la única parte donde veía éxito antes de trabajo era en el diccionario y que hay que trabajar duro para lograr las cosas. La perseverancia significa trabajo para mí y en el diccionario obviamente que está primero la palabra éxito que perseverancia, o primero está éxito que trabajo.
Pero eso solo en el diccionario. En la vida real hay que trabajar, hay que ser perseverantes, hay que salir adelante a pesar de todas las circunstancias y a pesar de todo lo que tú quieras. Yo hoy te invito a que seas una persona perseverante, a que sigas adelante, a que le creas a Dios, a que camines con Dios y entonces el favor de Dios vendrá a tu vida. Yo creo que hoy tenemos que cerrar nuestros ojos y decirle Señor, Señor, ayúdame a ser perseverante, a confiar en ti, a tener una relación contigo día a día, a obedecerte, porque yo solamente quiero ese ser de Dios, yo solamente quiero aprender a obedecerte.
Finalmente, si yo te obedezco Señor, veré la bendición tuya. El Señor Dios Todopoderoso anhela entregarnos esa bendición todos los días. Así que vamos para adelante, vamos a perseverar en el nombre de Jesús y no vamos a dejar que nada detenga el propósito eterno de Dios para cada uno de nosotros. En el nombre poderoso de Jesús. Amén.