La Única Medicina o Remedio para el Pecado es la Sangre de Cristo Jesús
Nahum: 3.19
No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
Romanos 3:25
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.
1 Juan 2:2
Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 4:10
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Apocalipsis 1:5
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.
La Carga del Pecado se Deja y No sé Siete por la Propiciación a través de la Fe en la Sangre de Jesucristo
Como creyentes cristianos, tenemos la seguridad de que somos salvos, como, por ejemplo: cuando cargamos un saco de papa, en el camino se nos cae y sin mirar atrás, lo sabemos simplemente por qué ya no sentimos esa carga pesada. Asimismo, sucede con la salvación de cada creyente por no sentir más esa carga del pecado, de tristeza y de condenación.
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No cabe duda, que no hay medicina o remedio humano para el pecado, es decir, ningún ser viviente puede hacer nada para ganar o comprar la salvación por obras, por ser bueno o rico, ya que es un asunto espiritual del corazón y de fe.
Sin duda alguna, que la única solución, medicina y remedio para el pecado se llama Nuestro Señor y suficiente Salvador Jesucristo. Es decir, el perdón de los pecados humanos, es por la gracia, bondad, misericordia y amor de nuestro Jehová Dios:
porque por gracia somos salvos por medio de la fe, y esto no es de nosotros, pues es un don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2.8-9
Así pues, esa gracia como un regalo gratuito inmerecido y como la mayor bendición, se recibe y se acepta por la palabra de fe como manifiesta:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Romanos 10:9-10
Definitivamente, tenemos la seguridad de nuestra salvación cuando la carga del pecado la dejamos de sentir únicamente por medio de nuestro Señor, Salvador y Libertador Jesús; que nos dio esa libertad ante la esclavitud del pecado y la muerte. En fin, en Cristo Jesús estamos libre de toda condenación, ya que él es la propiciación por todos los pecados del mundo y por medio de la fe en su sangre somos salvos.
Oración
Gracias Padre amado, por manifestar tu justicia para con nosotros a través de Cristo Jesús; por tu gracia, bondad, misericordia y tu gran amor pasar por alto con paciencia nuestros pecados pasados. Gracias Dios, porque tenemos la seguridad de que somos salvos, porque no sentimos más esa carga del pecado por la propiciación de tu Hijo por medio de la fe en la sangre de Jesucristo.