Libertad de Nuestra Alma y Corazón en el Nombre de Jesús
Gálatas 5:1
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libre, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Juan 8:36
Así que, si el hijo os libertaré, seréis verdaderamente libres.
Lucas 4:18
El espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos-, a poner en libertad a los oprimidos;
Hay gente que necesita ser libre no solo de la cárcel de 4 paredes, sino espiritualmente del odio, rencor, amargura, resentimientos, heridas emocionales y la falta de perdón que los cautiva para no salir adelantes.
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En este sentido, no hace falta estar detrás de una reja para estar preso, sino que hay diversas emociones, sentimientos, el temor, la amargura, vicios a malos hábitos como las drogas, cigarrillo, alcoholismo, juegos, relaciones sexuales ilícitas, adulterio, idolatría, la antipatía, el egoísmo, y pensamientos negativos que son una cárcel dominando dentro del alma y que son rejas que encierran el corazón en un ciclo miserable controlado por el enemigo.
Definitivamente, hay personas que viven presos no en una cárcel física, sino detrás de las rejas de los problemas y pasiones dañinas de este mundo que se apoderan del alma y privan la libertad espiritualmente de tener un corazón sano, libre y limpio delante de Dios.
En conclusión, antes estas presiones debemos arrepentirnos de todo corazón y clamando al Señor por la libertad de nuestra alma y corazón que, sin duda alguna, ya el pago el precio de su sangre derramada por nuestra libertad ante cualquier pecado… Cristo Jesús nos da esa liberación que tanto necesitamos para vivir libres de toda cautividad del enemigo o esclavitud del pecado dentro de nuestro corazón y obtener la salvación de nuestra alma únicamente a través de su sacrificio en la cruz.
Oración
Gracias Señor Jesús, por darnos la justificación o la libertad ante la esclavitud del pecado y la muerte, la liberación de un corazón limpio delante de ti y sobre todo la salvación de nuestra alma para vida eterna. Ayúdanos a mantenernos firmes en tu libertad, en santidad y nunca más someternos al yugo de la esclavitud del pecado, Amén.